Un ejemplo de cómo se realiza una prospección se encuentra en la memoria denominada Línea eléctrica, Camí de Requesens, llevada a cabo por la arqueóloga Carmen Montalban Martínez. Este es un ejemplo de una prospección que se hace previamente a la construcción de un elemento, como sería en este caso, la línea eléctrica. Existen otro tipo de prospecciones que se realizan con una finalidad de investigación y, que, cambian en cuanto a la selección de los yacimientos objetos del estudio, ya que, generalmente, no documentan vestigios de todas las épocas, sino las de una en particular o un tipo de vestigio en particular. [1]
Al contrario de lo que sería una prospección con finalidades de investigación, en ésta se documentan todo tipo de vestigios que puedan ser afectados por la línea eléctrica, haciendo una ficha de los mismos, fotografiándolos, ubicándolos en un mapa y buscando documentación histórica sobre estos.
El mapa que obtienen a partir de la prospección realizada solamente de forma visual es el siguiente:
En primer lugar, localizan un dolmen denominado Coll de Medàs I, que ellos datan en el IV milenio a.C. aunque afirman que es reutilizado en el Bronce, que no había sido localizado anteriormente. Éste consiste en un sepulcro de corredor con una cámara rectangular corta y un pasadizo amplio de paredes paralelas o lo que ellos denominan galería catalana en U. La línea eléctrica pasa cerca de este dolmen, aunque no llega a tocarlo.
Figura 1: Dolmen Coll de Medàs I.
En segundo lugar, documentan un puente de piedra seca, que no es tocado por la línea eléctrica ya que ésta se desvía.
Posteriormente, encuentran una antigua serradora, actualmente abandonada, que funcionó entre los años 30 y 60 del siglo XX, de la cual aún se pueden observar las sierras en el suelo, la huella donde iba colocada la maquinaria, algunos yunques y los raíles por donde se desplazaban los troncos que se debían cortar.
Figura 2 y 3: Sierras y yunque.
Muy cerca de esta serradora también encuentran diversos masos y terrazas en los bordes del camino.
Realizando el camino hacia el Castillo de Requesens se encuentran con un puente de piedra seca y más terrazas.
Figura 4: Castillo de Requesens
El Castillo también es otro elemento a destacar, el cual fue reconstruido en el siglo XIX, además de que en el propio Castillo existe un Mas conocido como Corral Nou, con un patio interior rodeado por arcos.
Figura 5: Mas Corral Nou
Por último, traspasando el Castillo, se encuentran con la Iglesia de Santa Maria de Requesens, que fue reaprovechada como una masía.
Aunque la arqueóloga afirma que, a pesar de que aparecen estos vestigios, en realidad ninguno afecta directamente el patrimonio, cabe destacar que hay problemas en cuanto a los métodos que ha utilizado. Ella misma afirma que existían tramos del camino donde la vegetación era muy abundante y que, por lo tanto, en estos tramos no pudo identificar ningún resto arqueológico. Además, considera que en el momento de realizar la línea eléctrica se tiene que realizar un seguimiento arqueológico de dicho emplazamiento, ya que la proximidad de restos arqueológicos es un indicador de que, probablemente, en el subsuelo también existan restos.
[1] Montalban, C., 2006. Línea eléctrica. Camí de Requesens. Barcelona: Direcció General del
Patrimoni Cultural.
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