lunes, 23 de diciembre de 2013

Arqueología de las vías y caminos II: Las vías marítimas, posibilidades de estudio.

Teniendo en cuenta la importancia de las vías marítimas, quisiera resaltar las posibilidades de estudio que existen respecto a éstas, dejando de lado aquéllas que nos proporcionan los textos históricos. Una de las cuestiones que más me sorprende al leer memorias arqueológicas es la infravaloración que se le da al polen como elemento que puede aportar datos a la investigación, ya que realmente existen muchos ejemplos donde el polen ha sido determinante.

Para este tema, el polen constituye uno de los pocos elementos a través del cual podemos saber el itinerario de un pecio. Cabe resaltar que para que la técnica del polen se pueda llevar a cabo hay que tratar de encontrar contextos que no hayan funcionado durante mucho tiempo, puesto que mientras más tiempo pasa el objeto o la persona acumula más polen de los distintos contextos. Por ello es que, generalmente, se realiza a través del análisis de microcontextos.

Esta técnica se puede llevar a cabo en los pecios debido a que las junturas de los barcos se han unido con resina. Esta resina tiene que ser, prácticamente, aplicada en caliente porque se seca al momento. De esta forma, la aplicación de la resina nos proporciona dos ubicaciones: el lugar de extracción de la resina y el lugar de uso de la resina, ya que ésta se seca al momento, con lo cual, tenemos un momento limitado en el tiempo, que es perfecto para los estudios de polen. 

Un ejemplo de estudio de este tipo que me gustaría resaltar es el del Pecio de la Barceloneta 1, del siglo XV, que se puede consultar en la revista Itsas. En este caso se pudo analizar no sólo las resinas usadas para impermeabilizar, sino también el musgo, elemento colocado entre los tablones, anterior a las resinas, y que corresponden al momento de construcción del barco. [1]



Según el estudio, los musgos constituyen, en vida, excelentes captadores polínicos que suministran una imagen fiable del paisaje vegetal del entorno. Por esta razón, el estudio polínico del musgo recuperado puede aportar datos sobre su origen geográfico y, por lo tanto, permite deducir el lugar de construcción de la embarcación. 



Los datos obtenidos indican que los espectros polínicos de las tres muestras de resina aplicadas en sucesivas reparaciones difieren del espectro del musgo correspondiente al momento de construcción del Barceloneta I, por lo que la construcción del pecio y algunas de las reparaciones sufridas se realizaron en diferentes astilleros. 

El espectro polínico del musgo daba como resultado un ambiente geográfico atlántico, que según los palinólogos, parece acercarse más a los modelos del Cantábrico oriental y la costa aquitana que a los de la fachada marítima gallega. Posteriormente a su construcción, el barco fue reparado 3 veces en el mediterráneo, siendo probable un contexto norteafricano.



[1] SOBERÓN, M. PUJOL, M. LLERGO, Y. RIERA, S. JULIÁ, R. DOMÍNGUEZ, M., 2012. «El Barceloneta I. Una embarcación medieval a tingladillo en Barcelona». Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del País Vasco, número 7, pp. 411-422.

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